Luanco tiene un encanto todavía mayor por tratarse de una pequeña villa marinera considerada capital asturiana del bonito desde 1984 y por tener un microclima muy particular. Y es que en pleno mes de agosto puede estar lloviendo en todo Asturias y tú estar tranquilamente tomando el sol con tu daiquiri en la playa de Luanco.
Pero Luanco no tiene sitios específicos que debamos mencionar a la hora de hablar de su turismo porque toda la villa en general, así como sus gentes, son tan especiales que no necesitarás visitar sitios específicos. Así, el carácter amable de los habitantes de Luanco, su gastronomía, su playa, su ambiente y las embarcaciones que llegan hasta el puerto ya completan todo lo que podrías esperar de esta pequeña ciudad.
Luanco posee dos playas. Una está situada en pleno casco urbano y que muchos destacan por ser similar a una piscina, sin apenas olas y muy tranquila. La otra se conoce como la playa de la Ribera, está más cerca del muelle y destaca por sus vistas.